Cambiar la forma y la estética de los genitales es tan factible como cambiar la de la nariz. La ginecología funcional y regenerativa contribuye a solucionar patologías como la hipertrofia de labios menores, la lipodistrofia de labios mayores o al síndrome de hiperlaxitud vaginal.
La ginecología funcional y regenerativa no es una moda, aborda verdaderos problemas de salud íntima femenina.
La hipertrofia de labios menores o internos genera problemas de autoestima en las pacientes, además de molestias relacionadas con las relaciones sexuales, el ejercicio físico o la higiene genital.
Se trata de una patología congénita o adquirida (tras pérdidas de peso, envejecimiento, partos,…) en la que los labios menores están desproporcionados, en anchura o longitud, en relación con los labios mayores.
Los cambios de peso o el envejecimiento, entre otras, puede ocasionar una pérdida de grasa en los labios mayores. Esta disminución conlleva una flacidez cutánea.
El síndrome de hiperlaxitud puede aparecer después de los partos. Las paredes de la vagina quedan más laxas y el diámetro vaginal aumenta debido al envejecimiento tisular y la pérdida de colágeno que conlleva el parto.
Esta hiperlaxitud provoca pérdida de sensibilidad en las relaciones sexuales, «gases vaginales», prolapsos de órganos pélvicos, incontinencia urinaria, etc.